viernes, 23 de octubre de 2009

The bride

Quién piense que trabajar con novias es el trabajo más sencillo y aburrido es porque nunca conoció a Beatrix Kiddo ("the bride" como le dicen de cariño). Para los que no conozcan su historia, a continuación les presento un resumen:

Beatrix, pertenecía a un grupo de inadaptados sociales, super asesinos seriales que sólamente eran equiparables en cualidades a otros de su mismo grupo. Ella y sus compañeros de trabajo dedicaban sus días a realizar masacres a domicilio. El propósito les era irrelevante puesto que ellos no eran más que un montón de mercenarios (eso sí, a sombras del feng shui y demás filosofías orientales similares que los hacían parecer sujetos honorables). Prácticamente odiaban a toda la humanidad y eliminarla de uno en uno parecía una buena forma de pasarla bien y ganar dinero.

Lo importante de esta historia no es la forma en que Beatrix vivió sus días, sino el modo terrible en el que los terminó.

Lo que mató a Beatrix no fue una espada, ni un asesino de habilidades superiores.... !oh no!... fue algo mucho peor, un fenómeno que nadie ha sido capaz de entender, que ha causado guerras y sufrimiento a lo largo de la historia, que ha devastado sociedades enteras y dejado a miles en la pobreza:







Una boda.


(continuará...tengo que regresar al trabajo)

jueves, 22 de octubre de 2009

Cookie Jar

Se dice que la gente tiene que creer necesariamente en algo. Las elecciones son diversas, desde los boletos de lotería hasta las iglesias (para los fanáticos religiosos: sí, el sentimiento es similar). A decir verdad, un pobre miserable de la generación .net como yo no tiene ni siquiera el tiempo suficiente para atender a este tipo de creencias tan elaboradas. A mi generación le tocan las sobras, los retazos de sentimientos genuinos que por arte y oficio de la creatividad humana se transforman en 1's y 0's que únicamente pueden ser consultados en una pantalla y mediante una renta mínima de 500 pesos mensuales.

No por ello estamos obsoletos de conseguir una que otra creencia decente. Echarnos un clavado en la red y pescar uno que otro trocito interesante de magia.

Mi caso no resulta vergonzoso, se los advierto de ante mano porque yo he podido verificar con experiencia que la magia es real, incluso intimidante.

La cosa está así, si pertenecen a mi generación sabrán de lo que hablo, si no, es importante contarles que el facebook es una pequeña herramienta perteneciente a la clasificación de "redes sociales", que para abreviar y no darle mayor importancia como suelen hacerlo muchos freaks del marketing, diremos que es el equivalente a sacarte los calzones en público con el propósito de obtener un poco de reconocimiento y atención... el cariño no aplica porque es muy difícil hacerlo pasar por un cable.
A través de esta bella aplicación tecnológica podemos obtener ciertas curiosidades, como fotografías de aquellos en quienes soñamos pero no nos atrevemos a ultrajar, comentarios que reflejan resentimientos pasados que uno creía haber dejado atrás o inclusive una pequeña compañía virtual en forma de animalito (pero de esos que nunca hay que ver morir thank you lord!!).

Mi pedacito de magia es tan obvio que hasta suena ridículo mencionarlo. Un cliché por más predecible que hace gala en su mismísimo nombre: Galleta de la fortuna....







...que afortunado he sido de haberte encontrado...







...que de no haber sido así, nunca habría podido enterarme de que estaba yo "tratando de transmitir un mensaje a una persona que en realidad no le interesa", ni de que "pronto habría de bailar en compañía de viejas amistades del pasado" o de que "mi falta de interés estaba retrasando mi crecimiento personal".

Todo - durante un transcurso de unos 6 meses aprox y sin excepción - fue verdad. Amén del tema de las creencias, tengo que pedirles en esta ocasión que crean en Alito Roy, única y exclusivamente porque él, en persona, se los está pidiendo. No tengo razón alguna para mentirles: la maldita galleta decía la verdad.

Para los que no me sigan: aquí no estamos hablando de una galleta en el sentido estricto de la palabra. Esta galleta no puede ser ingerida como alimento ni mucho menos transformada en bolo alimenticio, se trata de una galleta virtual, que únicamente te dice la suerte pero no te permite disfrutar de sus deliciosas texturas. How selfish.

Esta demás hacerles saber que rápidamente me covertí en un cookieholic, abordando la galleta cada vez que podía y abusando de ella como si fuera una mujer de la vida galante. Me tendrán que disculpar si hacía gala de mi falta de racionalidad, uno tiende a vivir too scared de la realidad cuando forma parte de mi generación. No es mi culpa.

Fuimos tan felices juntos, la galleta, mi buena suerte y yo, durante 6 meses. Los mejores de mi vida.

Es triste contarles el desenlace de esta historia, a saber: la galleta me ha abandonado...









....sad but true...








....no le guardo ningún resentimiento porque sé que no fue elección suya. La culpa fue de aquellos malditos imitadores que trataron de suplantarla y eventualmente la hicieron perderse en los abismos de la internet. Nunca fui capaz de recuperar mi pedacito de magia...now I'll have to live on my own.